Llegamos a SPLIT, dentro la región de la Dalmacia. Industria local, viticultura y como no, el turismo son sus fuentes de vida.
La ciudad le rodean las cordilleras de Kozjak y Mosor.
El clima es mediterráneo con temperaturas suaves. De esta ciudad salen muchos ferris entrelazando la costa italiana, y las muchas islas que bordean la costa.
Como ciudad turística, el aparcamiento imposible, con el agravante que los vehiculos, no pueden entrar al casco antiguo.
El vigilante de una obra nos ofrece aparcamiento por cinco euros durante la mañana dentro el vallado de la obra. Lo aceptamos.
Nos vamos pensando que al volver encontraremos el vehiculo o no. pero es lo que toca. Te expones y aparcas o te vas.
Una ciudad de monumentos, como todas las que pasaron los romanos. Castillos y murallas,palacetes
Su paseo marítimo, La Riva, nada tiene que envidiar a los mejores paseos marítimos de Francia e Italia. Restaurantes y Bares por doquier. La gente consume unos bocadillos ,redondos y calientes que apetecen solo de verlos. Nos encontramos en un entramado de callejuelas, otra vez iglesias,catedrales,palacetes , imposible la circulación rodada.
Para poder hacer el reparto a los bares y restaurantes, los camiones de reparto llegan a una plaza, donde descargan a Fenwick Eléctricas y estrechas, para poder servir a los restaurantes. Algunas son propiedad de algún almacén de frutas y verduras. Otras van preparadas, para congelados. Otras se alquilan a cualquiera que tiene que hacer un reparto a la ciudad vieja.
Dos largas calles de tenderetes. Turismo total
bajo las murallas.
Aquí tenemos la carretilla electrica cargando de
la furgoneta, otra al fondo ya ha cargado y se
dirige a destino.
Una ya cargada de refrescos y otra que va a cargar.
Este lleva incluso un compartimento para congelados.
Un modelo extraño con su remolque.
este triciclo, es pequeño, pero contamina no puede
acceder al casco viejo.
Hemos cogido carretera interior, atravesamos unas montañas cercanas altísimas. Cuando llegamos arriba, toca bajar por unas paellas enormes. No se donde nos hemos metido.
Dos paellas más y llegamos a un fértil valle.
Lagos de Plitvice
Llegamos al pueblo de Gradska. Hay un cuartel de bomberos un poco raro, en una casa que debía haber sido un chalet o una fábrica.
Por un ventanuco, veo a los bomberos, descansando en un semisótano. Les pregunto por los camiones, si me los dejan fotografiar, me dicen que si, en tono"que coño quiere este".
El calor es sofocante.
Continuamos con los TAM.
Un Lada-Niva, al servicio del cuerpo de incendios.
Volkswagen.
TAM, linea italiana.
Continuamos ruta por pequeños pueblecitos, como Perka, Ploce. Estamos en la región más sureña, es el camino natural centenario del Valle de Neretva, a Bosnia. Estamos rodeados de árboles frutales, también algunos olivos. Un verdadero vergel. Los melones ya recogidos se refrescan con una gran manguera de agua. El agua sobra. El fin de la ruta es Klek, con una bonita bahía, antiguo pueblo pescador, ahora convertido en turístico total.
Camiones antiguos que vamos encontrando
en estos pequeños pueblecitos.
Los TAM los vehiculos mas usados, en Croacia.
Un OM 40, espiando detrás una pared.
El magirus de ocho cilindros. Otro animal de esta
tierra.
En Metkovic, llegamos a la Frontera, con Bosnia. Son unos kilometros que le da una entrada al mar a Bosnia. Atravesamos tierra servia. Legalmente como en LLívia, no nos podemos salir de la carretera general. Después volveremos a entrar a Croacia hasta Dubrovnik. Para salir otra vez hacia Montenegro.
El pueblecito de Neum, es el principal destino de playa de los Bosnios. El corredor debe tener unos 20 kilometros. Intentamos adentrarnos hacia el interior de Bosnia, pasamos un par de pueblos de semblante pobre, para llegar a una carretera que queda cortada. Son las seis de la tarde y no podemos aventurarnos a ir a ningún sitio y sin haber presentado pasaportes. El trato es entrar a Bosnia, recorrer los 20 kilómetros y volver a salir a Croacia.
Llegamos a Ston, la muralla china europea. Esta muralla se construyó en el año 1300, para salvaguardar las salinas, que hay en su termino. Damos una vuelta por el pequeño pueblo. Nos encontramos con tre restaurantes de marisco. Hoy cenaremos bien. Buscamos un camping, el Praparanto, a unos cinco kilometros en la misma playa.
Junto al acantilado han construido un muelle de unos quince metros, para que atraque un Ferry pero de proa elevable. El espacio justo. Croacia es el país de los ferrys.
Pasamos por una depuradora de mariscos,
los árboles llegan a la Playa el paisaje es de ensueño.
Las estrechas callejuelas de Ston, dentro la muralla.
La gran muralla.
Como no por la noche, nos acercamos al pueblo. La mariscada era obligada. Muy buena con algunos mariscos que no había visto nunca.
El postre un desastre. Helado de vainilla con pasta. Eran macarrones.
A dormir y hasta mañana.
Bomberos de Ston. Como no la marca TAM, sigue acompañándonos por Croacia.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada