Recorriendo parte del Pirineo Aragonés, aterrice en la ciudad de la química. Sabiñánigo.
De química, por las grandes fábricas de estos productos, instalados en la Ciudad. La razón alguien lo sabrá por instalarlas en pleno Pirineo. No cuadra con el paisaje.
En todas las poblaciones, tenemos actualmente, un polígono industrial, para que los pequeños talleres que en un tiempo ocupaban los bajos de casas en las calles principales, ahora los dejen libres para trasladarse al polígono.
Y en todas las poblaciones que pasó, también me doy una vuelta, por su polígono, a ver si pillo algun cacharro, abandonado o guardado.
Y en todas las poblaciones que pasó, también me doy una vuelta, por su polígono, a ver si pillo algun cacharro, abandonado o guardado.
Al pasar por una travesía, al fondo de un garage, veo algo amarillo y alto, detras de varios coches. Freno,
tiro hacia atrás, me fijo bien y ... el amarillo de un Barreiros Saeta, asoma detrás de la filera de coches.
Pregunto por el dueño, o encargado, por si lo puedo fotografiar. Me aparta un par de coches y un pequeño tractor Barreiros. Allí tengo el Saeta. Volquete, dedicándose toda la vida al suministramiento de áridos a los paletas.
Me cuenta el dueño, que el camión, fue un regalo de un pariente, que al fallecer el propietario, lo tenía guardado en la cochera de la casa, junto con la pala cargadora. Le regalo todo el pack. Ahora es la atracción en las celebraciones del pueblo, principalmente en el desfile de el patrón. San Cristóbal.
El Barreiros Saeta.
El tractor Barreiros.
Tirando las fotos, un cliente se me acerca y me pregunta.
Te gustan los camiones antiguos?.
Le contestó afirmativamente y me direcciona a un pueblo cercano, donde me dice que se guarda un Thames Trader 6D. No sabe la dirección, ni quien es el dueño, que lo ha oído, que está en una cochera, donde es muy difícil entrar con el camión, i tal i tal. Giro en redondo y me dirijo a este pueblo.
La verdad, es un pueblecito pequeño y cocheras hay pocas. Busco a alguien que me informe, pero es imposible. No hay nadie en toda la aldea, salvo un burro, que asoma detrás de una tapia a comerme una oreja.
Al fin encuentro un sitio donde creo, que culeando, puede entrar un camión de 8 metros. Hay un agujero de gatera.
Allí está!. Tranquilo. Descansando.
Pase, al cabo de unos días, pudiendo contactar con un vecino, que me comento que conocía al dueño, del camión. Me comentó, que en el almacén iban a hacer obras, y que el camión si alguien le interesaba estaba en venta.
Xavier Castells