Atravesamos Landete, dirección Utiel. De pronto entre una valla, unos arbustos y algún hierro, me parece asoma un Pegaso Troner.
Por el agujero de la cerca metálica, le hago una foto, pero veo que hay alguien alrededor de el camión. Me acerco a la puerta del patio, preguntando si puedo entrar.
El que me contesta es César, el dueño del camión y de la empresa.
César tiene junto con sus hijos una empresa de fertilizantes y productos para el campo, por lo que necesitan su propio transporte sin depender de nadie.
Me dice que pase y le preguntó por el troner cuatro ejes. Es difícil de ver trabajando hoy en dia un vehiculo como este. La verdad es que estan perfecto estado de marcha.
César acababa de lavarlo, la urea que acaba de descargar, hace pegotes y luego es difícil de quitar.
Me comenta que acaba de llegar de Valencia con 25.000 kilos de urea, para su almacén, que está cerrado por ser jueves santo, pero él no necesita a nadie para hacer su trabajo, además donde ha cargado en Valencia no es fiesta. En Cuenca si.
Las cartolas de fibra y pasamanos de tubo, aguantan
desde el dia que se estrenó. Eso si un fuerte dolor de
cabeza cuando tenias que desmontar i volver a montar.
Al momento después de cuatro palabras ya veo que es un entusiasta del camión. Me comenta, que es el primer Troner cuatro ejes, que matriculó la Pegaso ( hoy Iveco) de Motilla del Palancar. Además la Pegaso, abrió en el mismo Motilla una sección de carrocerías, siendo también la primera carrocería que fabricaron.
Pegaso Iveco. Talleres Garrido.
Detalles del interior de la cabina del troner.
Que el camión lleva tres millones de kilómetros, salvo un pequeño arreglo al cumplir el 1.000.000.
Nada más que objetar.
Me comenta.
Que siempre lo ha manejado el.
Que no se lo deja a nadie, ni a sus hijos.
Que también tiene un DAF y cuando necesitan hacer algo que cojan el DAF.
Cinchas y pasamanos para aguantar las
puertas y las alzas, al cargar a granel.
La rejilla en la puerta posterior, es un invento de
Cesar, para subir a tirar de la lona.
Le pregunto para cuando se jubile, si lo va a vender y me contesta que de momento no. Que tiene el gusanillo de ir a alguna de las concentraciones de camiones clásicos, que actualmente proliferan por España, aunque al tiempo desearia cambiarlo por un vehiculo más pequeño.
Su mujer le llama. La comida está en la mesa y es la tercera vez que le avisa. Como se nota a los amantes de los camiones. Le dejo. César va a comer, ha sido un gran honor conocer gente como el, por las carreteras, en otro momento estaríamos horas hablando. Seguimos ruta. Tambien buscaremos algún rincón para comer. Gracias Cesar.
