19 d’oct. 2017

EBRO DEL BAR PEGASO.



Vigilante, con los ojos abiertos el EBRO B 35, recoge todas
las imágenes que se van sucediendo en el Bar del Carlos justo,
enfrente de su morro.
Impertérrito, controla, todos los movimientos, que se producen
en el aparcamiento, como a la puerta de la vieja harinera.
Allí esta !!. Aguantando el sol, si lo hace, el frio en invierno
y si se escapa alguna lluvia, en aquel Rincon de Ademuz.


El Thames ingles fabricado en Barcelona.
Los acabados en chapa y otros materiales
del conjunto del vehículo no tenían nada 
que ver con el camión ingles. Pero ...
funcionaba.


Un camión rudo, indestructible, construido para
manazas, para carreteras intransitables, de socabones,
empedradas, desniveladas, abruptas, secas y con 
mas arena que asfalto. Para esto se construyo este 
camión, en los años cincuentas, en una España arrasada,
y por construir en el ámbito de las comunicaciones,
terrestres. Cuando andaban mas carros con rueda de
acero que camiones.



Carlos, lo va restaurando en sus ratos libres, cuando
el taxi le deja libre. Su experiencia en mecanica
hace que no tenga que depender de nadie. 


La carrocería queda por restaurar, con el tiempo
se ira haciendo todo. Este camión ademas es volquete
y se dedicaba a los cereales. Por lo que su PMA
excedía, por norma de todos los cánones establecidos.


La cabina, con el volante, prácticamente en vertical
para que te pudieras agarrar bien, para hacer una 
gran fuerza, con los brazos y los hombros. Este
camión se llegaba a cargar hasta con 6.000 kilos.
La fuerza que tenias que ejercer, con los brazos
era inmensa, lo que comportaba al hacer maniobras
ir moviendo despacio el camión adelante y atrás
en un palmo de terreno, para ayudarte a maniobrar.


Lo ultimo, le ha pintado las llantas, en blanco
y rojo, un detalle muy acertado, con la cabina
roja. Al venir de familia inglesa, los tornillos
roscan a derecha al revés de nuestro sistema.



Servofreno, una ayuda útil, para un camión que nunca
freno. El camión funcionaba a 12 voltios, lo que com-
portaba que en zonas frías, se tuviera que arrancar
con un automático de seis voltios, que daba 18 en el
momento de arrancar. El éter era muy habitual. Por
experiencia  propia,  años atrás, cuando parece que
nos hacia mas frío. Dentro el garaje, los domingos
por la tarde, enchufaba una pequeña estufa eléctrica
bajo el cárter de estos camiones, para que el lunes a
primera hora el camión arrancara bien.


La carrocería, la fabricaba, Motor Ibérica, por
consiguiente, el comprador, en un principio no 
tenia, a la compra del camión hacer ningún
 desembolso mas. Luego ya uno le acoplaba, las alzas
arquillos y lona hasta completar una caja paquetera.


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